María de los Ángeles Sanz
Como artistas proponemos canales de comunicación, de traducción, de encuentro. Elegimos intervenir en la institución escolar, con este espectáculo teatral, porque consideramos que es un espacio donde todavía se propone y posibilita este encuentro real entre las personas. Concierto de cuentos busca atender al ser poético que habita en cada niño y niña que asiste a este hecho artístico. Pretende asumir el compromiso de decir "presente" en las escuelas para contribuir a un futuro donde la imaginación y la fantasía estén al servicio de la libertad personal para, en comunidad, construir un mundo cada vez más humano.(Pitucones)
Pitucones, es una compañía de teatro para niños que viene trabajando desde hace más de un año en el espectáculo infantil Concierto de cuentos que tuvo como premisa inicial abordar el campo de los niños con algún material con “contenido”. Basándose en algunos de los cuentos del autor ruso Antón Chejov, modificados por el proceso creativo, “desbordando hasta establecer sus propios límites y fronteras”. Al principio fueron un grupo de actores, algunos también son músicos (cantan, tocan instrumentos) y después se incorporó a un músico que comenzó a ser actor;) -desde su rol de músico- desde entonces tuvieron mucho contacto con una disciplina que aunada a la palabra posibilita un mayor acercamiento al público infantil. Por eso hoy, se consideran un grupo de actores y músicos que llegan a los más pequeños, mediante un espectáculo teatral, por la presencia real y no virtual y el aquí y ahora que el teatro propone. La propuesta es de un “espectáculo dinámico, que muestre que con poco se puede hacer mucho, que muestre que el ser humano se puede emprender a distintos mundos y jugar.” Nuestra propuesta –dicen de su trabajo- “pretende estimular la imaginación, transmitir valores y enseñanzas, y valorar la capacidad de creación del ser humano”. La presentación en el espacio de Andamio 90 del espectáculo, ante una sala llena, donde chicos y grandes disfrutaron y acompañaron el desarrollo de los diferentes cuadros, fue una fiesta, donde el grupo puso en escena todo el trabajo desarrollado en este tiempo de preparación. Luego de la introducción a cargo de un personaje presentador, que de su sombrero va construyendo los personajes detrás de un pequeño tinglado, se suceden los cuadros que narran pequeñas historias1 donde intervienen personajes humanos y animales, más un conjunto de títeres que representan personajes tipificados de la vida cotidiana; y la impronta de la música que refuerza la semántica de lo expuesto con palabras y a través de la mímica. Gags sumamente graciosos, muy bien logrados por los actores, con frescura, gracia y talento, que hace que la recomendación de lavarse los dientes no sea un discurso ajeno al desarrollo de la trama sino que esté incorporado a la misma. Del mismo modo el tema de ser uno mismo, de no dejarse llevar por la conveniencia del momento y mantener nuestra forma de ser y pensar está presentada con acierto en el primer cuadro: el camaleón, que es rematado por todos los participantes en la canción que lo cierra: “Se puede cambiar la forma de actuar, pero nunca mentir, ni aparentar, no cambies tu esencia, decí la verdad”. Texto y música entramados en la construcción de un todo que fiel al género reitera el concepto para que el niño se integre y participe. El segundo cuadro, trabajó con el concepto de la discriminación, de temer al diferente, a aquel que no es como nosotros, cuando en realidad si nos dejamos llevar por la apariencia seguramente nos vamos a equivocar. Como dicen los pitucones en su canción: “El miedo me hace hacer cosas que yo no quiero”. El final pone en acto las cualidades del uso de la gestualidad y la imitación de sonidos, ante la necesidad de mostrar la desesperación de un joven, su necesidad de dormir y un molesto mosquito primero, y los ruidos externos después se lo impiden: “Cuando cierro los ojos siento sobre mí, la patada de un mosquito karateca, Tanto ruido molesto me va a matar, la señora batiendo la cacerola. Pero el peor es mi amigo el Willy, todo el día tocando esa pianola. Y digo.- Willy, dejame dormir. Como todo comenzó con el presentador, que como un mago sacaba de su galera a los personajes, éstos van uno a uno volviendo a ese lugar para dar por terminada la función. El público agradecido, por una hora entretenida y disparadora de buenas ideas.
Concierto de cuentos por Pitucones sobre textos de A. Chejov. Elenco: Pitucona naranja, Agustina Arregui; Pitucón rojo, Fernando Carmuega; Pitucona blanca, Jimena López; Pitucona turquesa, Malena Pérez Bergallo; Pitucón violeta, Nicolás López; Maestre, Matías Avaltroni; Hada Madrina, Carolina Darman. Diseño de luces: Fernando Carmuega, Nicolás López. Escenografía: Jaime López. Vestuario: Natalia Casal. Fotos: Romina Laurutis. Diseño Gráfico: Jimena Otero Eiras. Música original: Pitucones.
1 El espectáculo está conformado por cuatro cuadros: El camaleón: una mañana cualquiera, mientras la gente del pueblo se prepara para comenzar el día, un perro travieso y juguetón se divierte. Pero no todos están contentos con él, especialmente el carpintero del pueblo, quien molesto y de mal humor lo arremete y como consecuencia de ello el animal le muerde el dedo. Indignado, el carpintero decide llamar al juez para que ocupe del asunto. Pero no todo será tan sencillo, el juez del pueblo es muy particular y se verá envuelto en una decisión difícil de tomar.
Dos valientes: Una noche, en un lugar alejado de la ciudad, un viajero se encuentra perdido. Debe llegar con suma urgencia al pueblo “campo azul” pero no puede hacerlo porque no conoce el camino. Decide buscar ayuda preguntándoles a personajes muy extraños, entre ellos un hombre muy alto y de aspecto terrorífico que se ofrece a guiarlo hacia su destino. El viajero acepta, pero prejuzgando la apariencia del su guía, termina tomando decisiones equivocadas.
El dentista: En un consultorio, un dentista y su secretaria atienden pacientes mientras intentan disimular su amor. La tranquilidad del día se verá alterada por un paciente que por no atender su higiene dental, llega muy dolorido buscando ayuda. ¿Podrán el dentista y su secretaria curarlo y enseñarle a cuidar sus dientes?
El silencio: Una noche, después de un largo día de trabajo, un hombre llega a su casa muy cansado con la única intención de dormir. De pronto su descanso y sus sueños se verán interrumpidos por ruidos muy molestos que no van a dejarlo tranquilo. Intentará por todos los medios callarlos.
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Grande Jime!!! Que bueno el dentista. Me hizo acordar a Antochot!!!
ResponderEliminarUn beso,
Raul