Una historia
mínima, de esas que se desarrollan todos los días entre hermanos, donde siempre
el mayor es el que manda y dispone. Una historia chiquita pero enorme en cuanto
a lo que encierra: el respeto por los derechos de los más débiles que comienza
con el respeto entre los integrantes del núcleo familiar.
Margarita y Priscila deciden pasar un día en la playa y allí van… pero es
Margarita, la hermana menor quien tiene que trasladar los bolsos y todo lo
necesario para la jornada. No es casual que Margarita obedezca y Priscila
mande, la personalidad de cada una favorece para que todo ocurra así. Priscila
es elegante, desenvuelta, todo en ella es seducción. Muy el contrario,
Margarita es torpe, sus movimientos no pueden igualar a los de su hermana, su
gracia estriba en la ternura e inocencia que irradia y en el entusiasmo que
pone para hacer las cosas bien.
La acción de los personajes adquiere
una intensa teatralidad: las poses que adopta Priscila y Margarita imita en la
escucha de las caracolas, en la competencia por la música que cada una desea,
en el momento de la foto, todo lleva a marcar el contraste de una y otra en
cuanto a la ductilidad para los movimientos, esto, actoralmente, se expresa en
gags de gran comicidad. Pero… progresivamente Priscilina involucrará a Margarita en actividades que le demostrarán
“que puede”: como en el juego con pelotas de distintos tamaños y el manejo de
los barriletes. Semánticamente se busca marcar lo que normalmente sucede en una
relación donde hay amor, el más débil siempre logra el respeto del más fuerte.
Con respecto a la espacialización, la escenografía trabaja con una
mímesis sumamente simpática y muy cuidada: piedras, caracolas, estrellas de
mar; la carpa a rayas y el atalaya del bañero, con un mar de fondo de colores
suaves y amarronados. En el momento en que Margarita y Priscila deciden bucear,
desciende una pantalla del ancho del espacio escénico, ambas se ocultan detrás
y en la proyección del fondo del mar, se las ve buceando, montando en delfines
y rescatando el cofre de un tesoro con el que aparecen nuevamente en el
proscenio. Mientras la pantalla asciende y se esfuma en el aire las hermanas
abren el cofre y comienzan a realizar malabares con lo hallado en él: bolas y
varillas luminosas. La escena esta muy bien lograda, genera gran asombro y
entusiasmo en los chicos.
La dirección trabaja productivamente desde la poética del circo. El
espectáculo lo enuncia: Parlanchinas –
teatro circo. Paola Mosca desarrolla excepcionalmente la acrobacia y
Leticia Barbitta no se queda atrás en la difícil tarea de fracasar al querer
hacer las mismas actividades que su hermana, ambas logran un contrapunto pleno
de humor, donde se une la acrobacia con las rutinas del mimo y del clown. Las
dos actrices logran un excelente trabajo de malabares y juegos con elementos. No
es casual que Las Parlanchinas cuenten
con la dirección de Martín Joab (gran experiencia en clown y mimo) y de Diego
Lejtman (La Pipetuá) en entrenamiento
de malabares y objetos.
Una pieza de calidad y para todas las edades, que esperamos, se reponga
en la próxima temporada tal como prometió Leticia Barbitta en el momento del
saludo final.
Playa Caracol de Martín Joab y Parlanchinas. Teatro: No Avestruz. Equipo artístico: Leticia Barbitta y Paola Mosca. Dirección:
Martín Joab. Música original: Tian
Brass. Coreografía: Yamila Uzorskis.
Dirección de Arte y Diseño: Colorium
IV. Realización de escenografía y utilería: Maximiliano Méndez, Juan
Echeverría y Hencer Molina. Realización
de Vestuario: Mariana López Fabbri. Realización
de Calzado: Marcelo La Rosa. Video:
Aura Visual. Diseño de luces:
Leonardo Muñoz. Entrenamiento de
malabares y objetos: Diego Lejtman. Barriletes:
Guillermo Fernández. Alto Vuelo. Espacio
de entrenamiento: La Instalación.
Asistente técnico: Mauro Grosso. Asistente de Producción: Natalia
Eugenio. Asistente Comercial: Marina
D’Luca. Asistente Virtual: Nadia
Bretto. Asesoramiento Comercial:
Diego Bresler. Producción comercial:
Susana Jarabrovisky. Fotos: Ale
Guastoni. Prensa: Simkin &
Franco. Producción General:
Parlanchinas.
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