Ante un importante número de espectadores adultos, en su mayoría de la colectividad gallega, tuve oportunidad de presenciar el espectáculo desarrollado a partir de la narración, de María Inés Cuadrado, argentina, radicada desde el 2001 en La Coruña.
Estamos ante una narradora que en el aspecto formal escapa a lo conocido en el medio. María Inés Cuadrado narra de pie, frente a un atril donde tiene su texto y lo hace apoyándose en la lectura.
Previo al proceso de narración desarrolla una introducción didáctica, amena y entretenida en los procedimientos. María Inés nos habla del lenguaje de la música, de que los sonidos hablan al igual que las palabras. Acto seguido y ayudada por algún espectador que se presta a colabora con ella en el espacio escénico, ejemplifica de qué manera la música puede recrear un ambiente, por ejemplo, el futbolero o bien, definir las características físicas de una persona o rasgos de su personalidad.
Luego, comienza a narrar la historia de Berenguela, juguetona, graciosa y traviesa espina, de lo que nosotros conocemos como abrojo, que decide jugar con la arrogante hoja del roble. La pincha, natural porque es una espina, y la hoja decide denunciarla. Lógicamente, qué puede hacer la pobre espina ante la denuncia de la hoja de un árbol tan cotizado como es el roble. Berenguela cae presa y allí comienza su peregrinar ante las autoridades de la comunidad: el carcelero, el alcalde, el juez, el recaudador, el cura … cada uno exigiéndole el pago, “el tributo”, esa parte que corresponde a su gobierno dentro de la sociedad y no pueden comprender que Berenguela nada puede pagar porque nada tiene: “soy una pobre espina” “sólo tengo el color amarillo de mis flores pero tienes que esperar hasta la primavera …” , por supuesto a nadie le interesa … “¿pagar con el color amarillo?”
María Inés Cuadrado construye capítulo por capítulo la historia de Berenguela y lo hace desarrollando una interesante estrategia corporal y fónica donde podemos observar de qué manera modela su forma de caminar, de pararse, la gestualidad de su rostro, para componer a los tan distintos personajes con los que se encuentra la espina. La voz asume los rasgos que define a ese cuerpo y a la estructura de pensamiento de ese cargo burocrático. La entrada y salida de cada personaje, necesarios para completar los diálogos implica un ejercicio gestual, vocal y corporal extremos, que María Inés logra con gracia, naturalidad y sin esfuerzo, lo que evidencia la solvencia profesional de la intérprete.
Por supuesto, la música no sólo convalida lo corporal, gestual y vocal de la interpretación sino que además da tono a la alegría o tristeza del Berenguela, a la borrachera del carcelero, al automatismo del cura, al autoritarismo del recaudador, a la suficiencia del juez, a la mansedumbre del espíritu del monte.
El texto, además de ser líricamente muy hermoso, señala una fuerte crítica social, donde, como decimos vulgarmente “el hilo se rompe por lo más fino”. La pobre y humilde Berenguela es encarcelada y rigurosamente juzgada por algo menor y sin premeditación sólo porque se lo propuso alguien con poder. Es interesante y conmovedor cuando el Espíritu del Monte le propone la liberación, Berenguela le pregunta cómo lo hará si “ellos todo lo tienen medido, espiado, catastrado, contabilizado, apuntado… “. Algo había quedado claro para Berenguela, sus argumentos no importaban ante el peso de la arbitrariedad de los funcionarios. Felizmente, el Espíritu del Monte derriba los muros de la cárcel y Berenguela queda libre…
Imposible dejar de realzar la calidad de las voces: bien definidas y en concordancia con los personajes: perfectas. Una mención especial para el personaje de Berenguela, la conjunción entre lo que argumentaba en defensa de si misma y la dulzura de su voz, genera momentos de intensa emoción entre los espectadores.
Un espectáculo para niños, del que en esta oportunidad sólo fuimos espectadores los adultos, pasó fugazmente por Buenos Aires. Presenciarlo, fue un verdadero placer.
La Berenguela, sobre texto de Manuel María y música de Nani García. Sala Orestes Caviglia del Teatro Nacional Cervantes. Únicas funciones: 1, 2, 3,7 y 8 de julio. 14:00 hs. Actriz-narradora: María Inés Cuadrado. Banda sonora: Cuarteto de Clarinetes Xerión (Xocas Meijide, Suso Sánchez, Rafa Espido, Juan Pérez). Dirección general: Nani García y María Inés Cuadrado.
http://www.teatrocervantes.gov.ar/sitio/site/home/home.php
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